Get me outta here!

domingo, 3 de noviembre de 2013

Dormir…eso que parece tan fácil.

A la mayoría de nosotros nos encanta, pero en ocasiones dormir se convierte en una verdadera odisea…

Durante el verano es el calor lo que nos impide conciliar el sueño con facilidad. Puedes dormir desnudo/a pero si hace mucho calor no te sirve de nada, comienzas a sudar, a dar vueltas, el ventilador solo mueve aire caliente, y si pones el aire acondicionado ¡vivan los resfriados!

Pero la parte divertida de dormir en verano llega cuando abres la ventana. Los grandes sonidos que nos llegan desde el exterior son realmente “especiales”. Tenemos a los que se pelean, los coches y sus pitidos, acelerones, los que celebran fiestas en sus casas, las ferias…

Una de las tácticas usadas para intentar combatir el calor es la rotación, parece ser que hay quien piensa (sí vale, yo lo hago) que si duermes con la cabeza donde antes tenías los pies puedes pasar menos calor.
Y la única solución que te queda es repetir el calor que hace, lo que sudas y lo que te gustaría que llegue el invierno hasta quedarte dormido/a.

Comienza a refrescar, la ventana ya permanece cerrada, pero no hace el suficiente frío como para llegar a taparte del todo, es ese tiempo durante el cual, la sábana permanece a tu lado, para cuando a medianoche te despiertes porque te ha dado un poco de “fresco” te tapes. Y es muy divertido, porque cuando te acuestas no hace frío, pero sí que lo hace luego, y no es más que para que te despiertes para taparte.

Y llega el invierno, y por fin crees que podrás dormir, porque claro ya no pasarás calor, ni frío ni…JA es entonces cuando al moverte durante el sueño (hay personas que no mueven un solo pelo, yo los llamo los probadores, son aquellos que hacen las pruebas para vivir dentro de los ataúdes) comienza a entrar el aire por los huecos y vuelta a estar despierto/a.

Pero llega más frío, y pones en la cama las famosas sábanas de pirineo, esas que son una verdadera arma de secuestro. Mientras no te muevas todo irá bien, en el momento que comienzas a girar hacia un lado u otro, tu pijama comienza a enrollarse entre tus piernas, la sábana se agarra con fuerza a la tela del pijama, y la sensación de que tú eres espinete y tu cama un enorme velcro gigante va tomando forma.

Y si eres de los que duerme sin pijama en invierno, meterte en la cama es tan gratificante…

Pero el verdadero orgasmo del sueño es dormir en pareja.

En verano lo de dormir abrazados es simplemente “ni de coña”, en invierno es “obligatorio” y durante el entretiempo “opcional”.

PD: una de las cosas más divertidas una vez que has conseguido conciliar el sueño es despertarte porque se te ha montado un tendón.

1 comentario:

  1. xDDDDD Lo de Ulises en verdad transcurrió en la cama, pero lo adornaron un poco, porque aquello no parecía serio ^^ Ah, yo soy de las que llaman al velcro "sábanas de franela", porque aquí abajo el Pirineo nos queda muy lejos :-P Y, por cierto, soy de las que no soportan ni una prenda encima para dormir, entiendo lo que dices... El problema es que tampoco soporto presencia camera alguna más allá de la mía propia, con lo cual mi vida en pareja siempre ha sido de todo menos aburrida xD Echaba de menos leerte, tengo a los rumanos deprimidos, te mandan saludos.

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