Aparcar: noble arte de posicionar el que debería ser tu
coche, en un lugar de la calle “normalmente” acondicionado para ello.
Para los que tenemos coche, aparcar es posiblemente el mayor
inconveniente.
Hoy quiero hablaros de los distintos tipos que podemos
encontrar.
1. Junto
a una carretera “más o menos” principal.
El obstáculo es que están
pasando vehículos continuamente (excepto si lo haces a partir de las 4 a.m.), y
olvídate con que uno de ellos se cambie de carril para facilitarte la maniobra,
en el mundo del coche una regla prima por encima de las demás, ¿de tráfico? No,
esta es una no escrita, y es: mi coche mis normas.
2. Calles
de un solo carril.
Si tardas más de 5 segundos en
aparcar comenzaran a sonar pitos por todas partes, ¿te están viendo de aparcar?
Sí ¿Les importa? No. Parece ser que les estás acortando la vida.
3. Junto
a plazas o parques.
El primer atractivo de estos
es su público, siempre, repito SIEMPRE, habrá una persona normalmente de la
edad de pararse para ver obras que te mirará mientras lo haces. Lo que conlleva
a que tu nivel de estrés sea inexistente.
En segundo lugar, hay que
tener presente que en estos sitios se ponen unos angelitos a jugar a la pelota.
Coche, pelota cerca…pues eso, que sea el angelito el que juegue pero no lo
hagas tú con tu coche.
Y no podemos olvidarnos de
esos jóvenes tan simpáticos que omiten los bancos, porque el capó del coche es
más cómodo para asentar sus posaderas. Y en el instituto no cogerán un lápiz,
pero para escribir en tu coche si harán el esfuerzo.
4. Descampados.
Su gran ventaja es que siempre
hay una persona que vigila que no le pase nada a tu coche, y pasarle no le
pasará nada si cuando te bajes de él se lo agradeces, son un poco tiquismiquis
ya que no le basta con que sea de palabra.
Tendrás suerte si los
encuentras planos, normalmente tienen más ondulaciones que las patatas. Cuando llueve
si no tienes la equipación del capitán Pescanova no entres.
5. Aparcamientos
exteriores de centros comerciales.
Los hay de dos tipos. Los que
ahora ponen “familias” y los que son para el resto de mortales.
Veamos, los que son para “familias”
ocupan casi el doble de uno, que más que una familia tú piensas que de ese
vehículo va a salir todo el público del Bernabéu. Porque personas de ambos
sexos, en teoría los que van dentro se supone que son personas, no seres de
dimensiones extraordinarias. Y alguno puede decirme, pero es que llevan el cochecito
de los niños, y yo te pregunto ¿y lo llevan con el niño? Porque yo a todos los
he visto meterlos en el maletero.
Esto qué quiere decir, ¿qué
tengo que tener un niño para poder aparcar a 5 metros de distancia de otro? ¬¬
Ahora hablemos de los que son
para el resto de los mortales. Los sin familia, los parásitos de la sociedad
(sí, quizás estoy exagerando, pero está claro que poco).
Si les siguen recortando
espacio por lo menos que hablen con los fabricantes de vehículos y que nos
pongan puertas en el techo.
Las normas básicas para poder
aparcar aquí son, intentar que tu coche quede justamente en el centro, y no
olvidar doblar los espejos. Esto ¿evitará que el coche que aparca mal junto al
tuyo le dé al abrir la puerta? No, pero tú te quedas más tranquilo.
MENSAJE PARA AQUELLOS QUE EN LUGAR DE UN COCHE CREÉIS TENER UN ÓMNIBUS.
Tu vehículo también cabe en el aparcamiento, lo que tienes que hacer es
MANIOBRAR.
Cuando salgas de él recuerda, NO ESTÁS SÓLO EN EL MUNDO, tu espacio
personal no es más importante que el de los demás. ABRE LA PUTA PUERTA
DESPACITO.
Y este es un mensaje para los peatones que vais por la carretera de
dichos aparcamientos. Si ves que viene un coche QUÍTATE.
6. Aparcamientos
interiores de centros comerciales.
Una vez dentro parece que lo
fundamental es como en la playa, aparcar junto a todos los demás. Si tu coche
está a más de 7 metros de la puerta, te miraran con cara de superioridad todos los
que hayan conseguido sitio junto a la tienda.
Que vayas a comprar en coche
es normal, lo que no lo es tanto es que una vez que te bajes del coche no
puedas usar las piernas, aparcar más lejos no te hace diferente, yo diría que
incluso te hace en ocasiones más listo, visto la que se monta.
Hasta ciertas horas estos
aparcamientos parecen “normales”, pero si el centro comercial tiene cine y eres
de los que han salido a altas horas, una vez que sales del ascensor o bajas por
las escaleras mecánicas ocurrirá lo siguiente:
-
Tu coche, antes rodeado ahora estará más solo
que Casillas en un acto de simpatizantes.
-
Cerca de él una de las barras de iluminación parpadeará.
-
Se te vendrán a la mente todas las películas de
terror donde alguien muere en un parking, si eres de los que no has visto ninguna
da igual, se te vendrán igualmente.
-
Ahora caes para qué sirven los “perfumes” que
vende el chino de tu barrio, ni el espray de pimienta repelerá tanto.
-
Sacas el móvil y marcas el número de la policía,
tu dedo en el botón de llamada.
-
Mides con los ojos la distancia hasta tu coche,
por un momento sientes no ser un running.
-
Y es entonces cuando llegan todos los demás que
han visto la misma película y también van al aparcamiento. Sonríes y finges que
estabas mandando un tuit.
PD1: No aparquéis nunca junto a un bar,
quiosco, salida de un portal o metro, o zona de bancos. Normalmente hay gente
que verá vuestro coche como lugar de apoyo mientras mira la vida pasar.
PD2: Yo soy la que aparca lejos, la que busca
las columnas y un lugar donde solo quepa un coche, la que tiene un croquis de
su barriada donde aparecen marcados los lugares de NO APARCAR NUNCA. Porque
señores y señoras sí, quiero mucho a mi coche, más que a las personas, él me ha
demostrado que no hace daño a nadie, el problema radica en quienes los usan
negativamente.
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