Get me outta here!

sábado, 3 de septiembre de 2016

El posicionador de bancos.

Cuando llegas a un parque a las 8 de la tarde miras y buscas un banco para sentarte, pero...retrocedamos unas horas.
Son las 3 p.m de la tarde, llegas a un parque y lo que buscas en un banco para sentarte A LA SOMBRA, y ahí es cuando te das cuenta de la gran labor del posicionador de bancos, ese gran ser humano al que cuando lo contrataron para ponerlos se dedicó a observar todos los árboles colindantes, se fijó dónde daba el sol a las horas de más calor y dijo "ahí, donde no hay sombra, ahí los pondremos". Quizás un ser pensante le diría "pero, así no hay ninguno a la sombra", a lo que el gran posicionador respondió "tú vas a venir a esa hora a un parque? Pues los demás tampoco, que estarán durmiendo".
Y entonces llegas tú, toda inocente un día que por motivos diversos (te apuntas al gimnasio, vas a medio día y no sabes donde comer antes de volver a la oficina, esa es otra historia) te ves yendo a un parque a esa hora y observas cual incrédula que no hay uno solo a la sombra, y entonces comienza EL DILEMA:
1. Llamas al ayuntamiento para felicitar al que pone los bancos (la descartas porque a esa hora todos sabemos que los funcionarios ya no trabajan, bueno ni antes tampoco).
2. Te planteas ir a un bar,  y todo lo que hiciste de ejercicio (incluido la bajada de tensión que te da tras comprobar lo buen en forma que estás) no te sirve para nada. 3. Comer en el coche, donde hace más calor que en el parque por cierto.
4. Te sientas en el put* banco que menos sol da, ese que sólo te da sombra en un ojo.
Una vez sentada abres tu tupper, y SORPRESA, se levanta una ligera brisa que piensas, bueno menos calor, sí, y más volar de pelos, ahora no sólo tienes que estar pendiente de no quedarte ciega cuando el sol se refleja en el tenedor, tambien de que los pelos no vayan a tu boca a la vez que la comida. Pero hay más, entonces llega la fauna autóctona (dícese toda clase de insectos) y deciden hacerte la comida más amena, que no te sientas sola.
Y empieza a dar la sombra y te da igual porque tienes que volver a trabajar y ya no vas a disfrutarla.
Y la coca cola zero, esa que te compraste en el único chino que en lugar de ventilador tiene aire acondicionado está ahora para competir con el café del bar, ha pasada de estado líquido frío polar a estado calentorro meada de burro.
Así que señoras y señores vayan a comer a un parque a las 3 de la tarde, son todo ventajas. No me creen? Comerán menos por las ganas de irse con lo cual o el gimnasio o el parque acabarán por hacerme adelgazar.